domingo, 28 de junio de 2009

Opinión

Delfín Sierra Tejada
Meira Delmar


Olga Chams sobresalió desde siempre en la literatura con perfiles nítidos y en esta labor con manos y alma de artista contribuyó a la dignidad del hombre Caribe. Es de tal magnitud su presencia en la literatura universal, que brilló con fulgores intensos deslumbrando por su personalidad, su condición humana y la consagración a esta bella franja de las artes: La Poesía.
Acaso una rara casualidad, pues que me correspondió su presentación en la convocatoria zonal de grupos de literatura de la costa Caribe en Ciénaga, y hoy presento un ligero esbozo sobre la obra de la gran poetisa de América, Meira del Mar.
Meira fue escogido al azar y del Mar porque desde niña sintió una loca atracción por ese inmenso tapiz azul y ondulante.
Nunca ningún nombre fue tan acertado y afín como el de Meira del Mar, pues que ella toda entera, es el mar en sus azules más intensos o mezclado con los más diversos colores para lograr los matices que el nuestro brinda en lontananza y que está todo presente, inspirado, vivo y cantado con gusto refinado en la poesía de Meira.
Meira, del Mar tan de ella y de sus ojos, que escrutaron otros océanos en los viajes propios y de sus ancestros que remontaron aguas y puertos hasta arribar a los nuestros, que no sólo maravillaron sus ojos, sino que invadieron sus almas y se quedaron en sus manos “deleitosa vendimia”, para anclar en esta costa; ruta hecha para el sueño.
Elisa Mujica opinó en su tiempo que: Meira del Mar es la mejor poeta viva de Colombia. Esta voz de mujer colombiana es una bella, una delgada, una diáfana voz.
Quienes así se expresaron de nuestra Meira no se equivocaron y muy por el contrario la ubicaron en el paisaje del Caribe inmenso y marino con fondo de gaviotas y de velas con el sentir inspirado y hondo de su palabra.
Pura, hermosa y alta poesía es Meira del Mar en la historia de la lírica nacional de la cual nuestro premio Nobel de literatura escribió: Esta mujer y su poesía es una oportunidad excelente para que los intelectuales de este país, estemos de acuerdo al menos una vez.
La exquisitez de su verso se asomó en su libro “Sitio del Amor” y se hizo melodía en “Verdad del Sueño” y los críticos de la época la ubicaron entre las voces adultas del sur del continente: las de Gabriela Mistral, Delmira Agustini, Juana de Ibarbourou y otras de la canción nueva y sentida de la América Hispana.
“Secreta Isla” y “Alba de Olvido” profundizaron la búsqueda del tesoro que los Aedas cifran con palabras en sus cantos para advertir que empieza apenas el largo camino de tan rigurosa disciplina.
Y fue Barranquilla, a veces tan indiferente, su mirador de Mar y de Río, de paisaje actuante entre su gente, la que inspiró a Meira del Mar, ciudad de razas trashumante, de Elegías y vida en los colores de su carnaval y el sentir de su folclor.
Meira cantó y emocionó al alma nacional y de otros pueblos en los más hermosos tonos de la escala poética y aderezó sus exquisitas formulas con el más profundo sentimiento de mujer libre, viajera y sembradora de horizontes sin termino.
Y es Meira, así no les guste a algunos la afirmación, la más grande poeta de esta patria, la que en su nombre, el de Meira, invadió otros territorios por la alta calidad y factura de sus versos de fluidez lírica. He aquí su confirmación y mi afirmación
A nadie doy mi soledad. Conmigo
vuelve a la orilla del pavor, ignota.
mido en silencio la final derrota.
tiemblo del día. Pero no lo digo.

No hay comentarios: